México.- La historia de México, llena de cambios y transformaciones, ha encontrado en la cocina uno de sus canales más profundos para transmitir cultura, identidad y herencia. En el Centro Histórico de la Ciudad de México, Balcón del Zócalo, bajo la dirección del chef Pepe Salinas, se convierte en un espacio que honra este legado y lo impulsa hacia nuevas fronteras. Pepe lidera una revolución gastronómica propia, explorando la complejidad y riqueza de la cocina mexicana a través de una visión contemporánea que respeta la tradición y la proyecta hacia el futuro.
Para Pepe Salinas, la revolución en la cocina no se trata de dejar atrás lo que nos identifica, sino de reinterpretar y dar nueva vida a aquellos platillos y sabores que definen la memoria de los mexicanos. Su propuesta culinaria no intenta mejorar lo tradicional sino transformarlo, mostrando cómo los ingredientes y técnicas, al tomar una forma inédita, abren la puerta a experiencias nuevas y memorables. De esta manera, Balcón del Zócalo permite que los comensales vivan una versión fresca de la cocina mexicana, donde se juega con las texturas, colores y formas de ingredientes familiares, invitando a explorar la cocina desde una perspectiva innovadora pero profundamente enraizada en la esencia nacional.
Uno de los principios que guía la cocina de Salinas es el respeto por los sabores y aromas de la cocina mexicana que muchos han experimentado desde sus hogares y celebraciones. Cada platillo que emerge de esta cocina lleva consigo una carga emocional que evoca esos momentos compartidos en familia, en las calles, en las fiestas y en el ambiente cotidiano de México. Sin embargo, Pepe también cree que cada platillo es una oportunidad para sorprender. Por ello, su interpretación de la gastronomía mexicana implica ir más allá de lo convencional, integrando técnicas contemporáneas y toques creativos que transforman un sabor conocido en algo inesperado y único. El proceso de creación se convierte, entonces, en una invitación a reflexionar sobre las posibilidades de la cocina y a vivir la gastronomía como un lenguaje en constante evolución.
Balcón del Zócalo se convierte así en un laboratorio creativo donde Pepe y su equipo reescriben el presente de la cocina mexicana, con su proyecto I+D, el chef y su equipo se encargan de que la gastronomía siempre sea innovadora y se reconstruya constantemente. Sin embargo, este enfoque no se trata de imitar, sino de crear un proceso propio, un lenguaje culinario que respeta los elementos originales de la cultura mexicana y les da un giro inesperado. La cocina de Salinas, por tanto, no solo es innovadora sino que también es profundamente congruente con su misión de exaltar lo mexicano en su máxima expresión.
La reinvención de la cocina mexicana en Balcón del Zócalo no se detiene en la cocina, sino que se extiende a la mesa de cada comensal. Pepe Salinas y su equipo diseñan cada platillo para que cuente una historia; una que habla del México moderno, de un país en constante cambio y de una cultura que abraza su herencia mientras mira hacia el futuro. Los sabores, las texturas y los aromas son solo una parte de la experiencia. Cada creación de Salinas es una invitación a conectar con México de una manera íntima y personal, generando una conversación entre la tradición y la modernidad, entre lo que fue y lo que puede ser.
El concepto de una cocina revolucionaria es una forma de hacer frente a los cambios sociales y culturales que definen la identidad mexicana. Cada platillo es una oportunidad para hablar sobre el México de hoy, un país que sigue construyéndose a partir de sus raíces y que encuentra en su gastronomía una forma de expresión única. Esta “revolución” busca que, Balcón del Zócalo inspire una reflexión profunda sobre la cultura mexicana y el valor de su gastronomía en un mundo globalizado.
Pepe Salinas, con su visión única, continúa reescribiendo la historia de la cocina mexicana, una historia que resuena con la fuerza y el carácter de un país que siempre ha encontrado en su comida una fuente de identidad, orgullo y unión. La cocina de Balcón del Zócalo, lejos de ser solo una experiencia culinaria, es una revolución en sí misma, una celebración de lo que significa ser mexicano y una invitación a descubrir, desde el paladar, la historia y el espíritu de un México que se reinventa día a día.