Dos actrices adscritas al relevo generacional, discurren sobre un interesante texto que expone el tema de las relaciones fallidas entre hombres y mujeres jóvenes
José Rafael Sosa
Al ver esta propuesta de Al diablo con la soltería en cartelera decidimos volver al Teatro Las Máscaras, un espacio teatral de larga tradición en la Ciudad Colonial. Parecería, por la ausencia de comentarios en los medios, que el montaje no ha sido objeto de atención de la crítica.
Dos actrices, del relevo generacional necesario ya por muchas razones, van , discurriendo sobre un interesante texto que expone el tema de las relaciones fallidas entre hombres y mujeres jóvenes.
La dramaturgia es de una de las intérpretes (Ji Arlene) y la actuación de ambas se disfruta por sus giros de humor y lo intrincado y profundo del tema, que aparenta ser la soltería, pero que en, realidad, es la intolerancia y la incapacidad de estar en soledad, notable drama que genera dolor y baja autoestima.
Partiendo de la conversación de dos amigas, se traen a escena cantidad de situaciones interpersonales con el trasfondo de la diferencia en la forma de relacionarse de los hombres y las mujeres.
Los varones somos, en general, manipuladores, aprovechados, dominantes y mecánicos con su forma de gestionar la relación con la mujer, quien, en cambio, tiene una estructura psicológica de mayor emotividad, asumiendo los hechos con mayor ilusión.
Las dos intérpretes tienen una variopinta panorámica actoral al interpretar a Abi y Karina con excelentes momentos y chispeantes expresiones, que habrían resultado mucho más lúcidas de haber evitado, desde la dirección del proyecto, una gesticulación forzada y previsiblemente de humor televisivo.
La labor histriónica en modo alguno es negativa. Tienen ambas una base teatral digna de reconocimiento, pero el resultado de su expresivo tiene que ser impecable y de excelencia, sin algunos puntos que pudieron haber sido mejor resueltos en escenario.
Las distintas condiciones temperamentales generan modos diferentes de reaccionar ante la terminación de la relación. Ese y no otro, es el enorme drama que, en signo de farsa y comedia, plantea Al diablo con la soltería.
Imagina teatro
Ambas protagonistas forman parte de una necesaria generación de relevo que reclama reconocimiento, estímulo y una crítica honesta y hasta donde sea necesaria, dura que les trate con justicia para enrumbarse por el mejor camino en las tablas.
A fin y al cabo, es la nueva generación que llega y tiene el deber de elevar más alto el estandarte de la actuación Imagina teatro es un grupo formado por actores y actrices con más de 10 años de experiencia, que recibieron su formación de Lidia Ariza y Germana Quintana.
En 2019 inician su labor teatral de manera independiente, presentando obras escritas, dirigidas y actuadas por talento dominicano y su sello es contar de diversas maneras la realidad que vivimos en nuestro país.
Ese proceso se produce en el entendido de que esta es la forma más honesta que los jóvenes dramaturgos tienen para conectar con un público que se identifica en cada una de sus historias.
Ya antes han presentado El Amor y sus Cuatro Sentidos, A Pesar de Todo, Tamo Aquí y Cinco pesos valen más que tú, esta última ganadora de los premios de Arte con Alma como Grupo de Teatro Independiente, Actriz de Teatro del Año y el tercer lugar en el Festival Teatro Joven.
Esta pieza debe tener la atención del público y de los cronistas de arte. Al montaje le quedan dos fines de semana en Las Máscaras, teatro que cuenta con un público que le es fiel y natural, pero que debe ampliarse a más y más personas que deben llegar a disfrutar el ambiente único de este espacio escénico, milagro producto de la lucha, la constancia y el esfuerzo de dos teatristas incansables: Lidia Ariza y Germana Quintana.
Ficha técnica
Título: Al Diablo la Soltería
Dirección: Brian D’Elena
Dramaturgia: Ji Arlene
Elenco: Ji Arlene (Abi) y Luvesky (Karina)
Producción: Imagina Teatro @imaginateatrord