En nuestro país muchas familias tienen el don de la música. Y es que son varias los figuras del medio dominicano
Ejemplos como el de los Hermanos Rosario (Rafa, Luis, Tony, Toño y el más reciente); los Quezada (Milly, Joselyn, Rafael, Martín); los Vargas (Sergio, Kaki y Johnny); los Cepeda (Bonny y Richie) o los Kenton (Tito, Luis y Johnny).
Todos dieron forma a buena parte del mejor sonido del merengue sobre todo en la década de los años ochenta, cuando el ritmo de la güira y la tambora era el rey del dial de los aparatos de radio, y brillaba por los extraordinarios arreglos y orquestaciones.
Pero esta constante no es exclusiva de la música popular, ya que también en la culta se ha dado este caso en el país. Ejemplo de ello son las las hermanas Peña-Comas (Evelyn, Nicole y Nathalie), flautista, chelista y soprano, respectivamente.
Estas tres jóvenes han ido forjando, cada una por su lado, su espacio en el ambiente de la música clásica local y haciendo también vida en el exterior.
En otros casos, la cosa va más allá de los hermanos y son los hijos los recipientes de los genes artísticos de sus progenitores.
Es lo que se ha visto en músicos como Cuco Valoy, cuyo hijo Ramón Orlando es uno de los más importantes
compositores y arreglistas del merengue. Junto a su hermano Martín, Cuco formó el dúo Los Ahijados, poniendo tono y color al son hecho en República Dominicana.
Rafely Rosario y Anthony Vásquez, quienes han seguido el camino de sus padres, Rafa Rosario, del primero, y Milly Quezada, madre del segundo.
Enfrentados
Los Villalona (Fernando, Angelito, Aramis y Martín), también forman parte de estos grupos de familias artísticas.
Esto empaña lo bien que suelen llevarse en escena los hermanos, cuando comparten haciendo explosivas combinaciones, cuando se trata de llevar lo mejor de su arte al público.
Los audios de la discusión entre el intérprete de “Coco de agua”, “La bata” o su último tema, “Luna”, y la hija de El Mayimbe, fueron filtrados dejando un penoso espectáculo entre familiares.
Pero los enfrentamientos por intereses económicos no son nuevos y los Villalona no son los primeros en sufrirlos y probablemente tampoco serán los últimos.
((Descendencia
Talento de pareja y de padres a hijos También el ambiente artístico local ha dado varias parejas que llevaron la música de distinta forma, pero destacándose. Es el caso de la cantante y folclorista, Casandra Damirón y su esposo, el maestro Luis Rivera, director de orquesta y compositor.
El nieto de ambos, Luis Armando Rivera, es cantante y músico. Otro caso es el del maestro Papa Molina y la profesora Josefina Miniño, quienes tuvieron una carrera destacada en la música culta y popular, director de la legendaria Orquesta Santa Cecilia, el primero, y la danza folclórica, la segunda. Ambos engendraron al maestro José Antonio Molina, director de la Orquesta Sinfónica Nacional y uno de los más importantes músicos de nuestro país.
Fue director de los conciertos “Pavarotti and Friends” y de la orquesta que acompañó a los artistas que celebraron el 50 aniversario de sacerdocio del papa Juan Pablo II, entre otros muchos logros.