Cada año una nube de polvo proveniente del desierto de Sahara es arrastrado por los vientos alisios y recorre miles de kilómetros hasta llegar a República Dominicana impactando en el clima y la salud de los habitantes. A pesar de que el país en solitario llega a una pequeña cantidad de polvo, esta es suficiente para provocar que suban las temperaturas y disminuir las lluvias considerablemente.
El calentamiento de la extremidad en el desierto más grande del mundo crea la inestabilidad en la atmósfera que provoca que sus partículas más finas se queden en el aire y viajen a diversos lugares del mundo.