Lo suyo no es fácil. El cantante Carlos Silver inició pasado el mediodía del viernes y pretende estar cuatro días y 10 horas interpretando temas con el fin de establecer un Guinness World Record.
Este martes debería terminar, de seguir adelante en su hazaña, y poder conseguir su objetivo, algo que ya había intentado hace tres años, pero que por fallas en las evidencias, no lo logró. Para que esto no vuelva a suceder, hoy está prevista la llegada de uno de los jueces de la publicación que cada año reúne los récords mundiales de logros humanos o de la naturaleza, desde Londres, Inglaterra.
Pero, ¿cómo han sido estos días que ha vivido Carlos Silver metido en la caja de cristal de unos siete metros de largo por tres de ancho, con aire acondicionado y asistencia permanente de personal médico ubicada en el Parque Eugenio María de Hostos?
Según ha dicho Damarís Núñez, asistente personal del artista, su alimentación suave tres veces al día (frutas, purés de papa, complejo de proteínas, uvas y miel de abejas). Además, por cada hora le corresponden cinco minutos de descanso que él va acumulando para tomarlos juntos y así descansar, asearse e ir al baño.
“Él sigue porque tiene mucha fortaleza; sus pulmones están bien, su presión está bien”, dijo Núñez, y quien a la tarde de este lunes aseguraba que en estos días no ha dormido ni siquiera tres horas.
Núñez aprovechó para quejarse del poco apoyo que el cantante ha recibido en un esfuerzo y que solo el Ayuntamiento del Distrito Nacional le ha dado la mano. “Esperamos que el Estado asuma y entienda que este es un récord marca país, nuestra bandera va a estar en alto”, comenta.
Silver ha recibido poco respaldo de sus colegas y sólo los cantantes Vakeró, quien estuvo el sábado, y Claudio Viel, el domingo, han estado con él.
