La isla de Bali, con frecuencia llamada “la isla de los dioses”, “la isla del amor” y “la isla de 1,000 templos”, está ubicada al este de la isla de Java, y es uno de los sitios más bellos y famosos para visitar y vacacionar en Indonesia. Benoa/Denpasar en Bali es un puerto popular de cruceros y los barcos frecuentemente se pasan dos días u ofrecen una visita hasta tarde en la noche en la isla. Bali les ofrece a ellos y a los viajeros que vienen en plan de vacaciones más largas en la isla, muchas oportunidades para días de felicidad y dicha: lindas playas, pueblitos pintorescos, panoramas de volcanes, terrazas de arroz, arte y artesanía, y templos Hindúes (más del 80 porciento de la población es Hindú, y se estima que hay unos 20,000 templos y santuarios en la isla).
He aquí cinco imperdibles de Bali para una visita de crucero o unas vacaciones más largas. Nuestra última visita de tres a Bali fue en marzo, durante el crucero Amsterdam, alrededor del mundo, de la línea Holland América.
Disfrutar de las playas: Hay quien dice que Bali no es un sitio, sino un estado de ánimo. Para mí, ese estado de ánimo es relajación total, en un lugar lindo donde la gente es amistosa. La mejor manera de relajarse es pasar largos ratos en un resort en una bella playa.
Espectáculos folclóricos: Ya desde que un crucero llega a Benoa grupos folclóricos le dan la bienvenida con música y danzas típicas. En nuestro caso nos recibieron una banda, con instrumentos tradicionales de Indonesia y seis bailarinas que bailaban y posaban para fotos con los visitantes.
Disfrutar del arte y artesanía de Bali: cuenta con excelentes artes manuales, incluyendo batiks y telas de gran colorido y excelentes tallados. Se pueden disfrutar y comprar durante una excursión al artístico pueblo de Ubud o en múltiples centros de artesanía, galerías y tiendas de souvenirs, incluyendo algunas ubicadas convenientemente en la terminal de cruceros.
Contemplar una puesta de sol: Bali es famosa por sus puestas de sol. Jimbaran Bay es uno de sus sitios más populares para disfrutar de una puesta de sol sobre el Océano Índico, quizás tomándo una cerveza local o alguna otra bebida fría, mientras se admira el panorama tropical y los colores rosados y anaranjados de los reflejos del sol en el mar, en el cielo y en la arena.
