"YO SI PUEDO"
Esta es la historia de Rafael Solano o como lo conocen en el barrio "Kililin", un joven bailarín empírico, trabajador y lleno de sueños. Kililin trabaja en un callcenter lleva apenas 1 mes, y como todos los días se levanta temprano, se asoma a la ventana para visualizar el clima y se encomienda a Dios antes de salir de su casa. Tal parece ese día no fue distinto, Kililin se levantó temprano, se asomó a la ventana y vió que el cielo estaba nublado, se encomendó a Dios y tomó su paraguas antes de salir y no tardan 30 segundos cuando un torrencial aguacero empieza a caer; típico de nuestro país surge la complicación de tránsito, las calles se inundan pero el deber llama.
Kililin posee un aspecto llamativo para las fuerzas militares por su tipo de cabello y color de piel, así que estos no se hacen esperar y lo detienen como sospechoso, luego de una revisión, comprobar que posee su documento de identidad y que este se dirige a su trabajo, lo dejan marcharse.
Ahora Kililin apresura el paso, pues se ha dado cuenta que es muy tarde y debe llegar a su trabajo, no posee minutos para llamar a su jefe, el semáforo tarda en cambiar hasta que por fin consigue llegar a su destino.
Aspecto entre húmedo y sudado, agotado mentalmente por la turbulenta mañana que ha tenido quiere por lo menos ir al baño pero ha preferido quedarse en su escritorio. Empieza a trabajar y su "Jefe" no tarda en llamarlo a su oficina, no le permite si quiera una explicación, sólo se limita a juzgarlo y decir:
"No lo quiero aquí, recoja sus cosas y váyase". Kililin va sintiendo como todo en su ser se va apagando, recoge sus cosas y obedece la voz de su "jefe".
Mientras va de regreso siente que va perdiendo mas y más fuerzas, por cuanto se llena de pensamientos negativos.
Y ahora, que le daré a mi mamá de comer? Cómo pagaré el ranchito? -"No quiero hacer lo malo Dios mío ayúdame"- grita su alma…. hasta llegar a un parque popular donde sin darse cuenta queda dormido y empieza a soñar que danza en el mismo parque donde se ha quedado dormido, sueña que es aplaudido y su danza es remunerada. Despertó de emoción, danzó fué observado por cientos y fué bien remunerado!